5 consejos (+1) para cocinar el arroz perfecto

Cocinar arroz. ¿Fácil como quitarle un caramelo a un niño? ¿O un desastre culinario asegurado? Los arroces Doña Ana son de primera calidad y es muy difícil que se pase su grano, así que el resultado buscado será mucho más fácil de alcanzar, así que tranquilo cocinero, que no estás solo. Los expertos de Arrozúa estamos aquí para ayudarte a que tu próximo plato de arroz sea un espectáculo y hasta tu cuñado, ya sabes cuál, te felicite por el resultado.

 

Consejo nº 1: La práctica lleva a la perfección

Has seguido las indicaciones del paquete al dedillo. Y el resultado no es lo que te imaginabas. Templa tus nervios. Es normal que cueste encontrar el punto perfecto del arroz, porque cada grano y cada marca es un mundo.

El objetivo es que el arroz tenga un punto al dente, pero que eso no signifique que te rompa una muela al intentar masticarlo. Alcanzar ese equilibrio se consigue, principalmente, mediante la práctica. Prueba una receta sencilla que te guste y que puedas cocinar con cierta frecuencia y usa distintas cantidades de agua, tiempo y reposo hasta que des con la tecla.

 

Consejo nº2: Vísteme despacio, que llevo prisa

“Fuego suave”. Repite otra vez conmigo “fuego suave”. Las prisas nunca han sido buenas consejeras y menos en la cocina. Cocina siempre a fuego suave. Si la receta con la que quieres demostrarle a tus padres que eres un ser independiente capaz de alimentarse sin ayuda de precocinados ni congelados indica una cantidad de tiempo y líquido determinado, síguela, pero a fuego suave. Si ves que el tiempo se acerca a su fin y aún queda demasiado líquido, entonces aumenta la potencia para acelerar la evaporación.

Para nuestro arroz redondo, por ejemplo, os recomendamos los primeros 10 minutos mejor con la tapa puesta, dejando un hueco pequeño para que se vaya el exceso de vapor. Ayudará a mantener la temperatura y el arroz se hará mejor. Los siguientes 2-5 minutos, con la tapa quitada y jugando con el fuego hasta que el grano tenga el punto que buscamos.

 

Consejo nº3: Las manos donde pueda verlas

Al cocinillas que vive dentro de todos nosotros le encanta remover todo lo que tiene al alcance. Una salsa, un guiso, un arroz cociéndose, … y la mayoría de las veces hace mal.

Si vas a remover un arroz mejor que esté justificado. ¿Justificado? Claro: al remover el arroz provocamos que éste expulse más almidón y el resultado quede más cremoso o meloso. Esto está genial si es tu intención (un risotto, un arroz cremoso con setas, …) pero puede no ser lo más adecuado para otras elaboraciones.

Así que piensa bien cómo quieres que acabe ese arroz antes de menearlo.

 

Consejo nº4: Lavar o no lavar, he ahí la cuestión

De nuevo dependiendo de qué elaboración tengas entre manos deberás, o no, lavar tu arroz. Para un sushi, por ejemplo, suele ser necesario hacerlo hasta 3 veces, de manera que el agua del último lavado salga limpia. Pero para otras puede que no sea recomendable.

En cualquier caso, lavar el arroz no puede ser un dogma y deberás hacerlo solo si es necesario.

 

Consejo nº5: Nacarar y sazonar

Aunque el arroz Doña Ana tiene notables matices por sí solo (esto es, un maravillo sabor a arroz), para potenciar sus propiedades tenemos algunos trucos con los que alcanzar la excelencia con la que otros arroces solo sueñan. Para ello tenemos distintos truquitos para darle más chicha a nuestro plato.

El primero que podemos aplicar es el de nacararlo. Para ello, pondremos algún medio graso (aceite o mantequilla) a fuego suave/medio y sin que dore, moveremos con cuidado para que todos los granos reciban calor de manera uniforme. Si lo hacemos bien el grano obtendrá un tono perlado brillante precioso (y nos ayudará a que se pase menos en la cocción).

El segundo, que va de la mano, es que debemos sazonarlo apropiadamente. Al nacararlo podemos hacerlo junto a unos ajitos picados (y sin germen, para que no repita). Lo hagamos así o no, siempre será más recomendable cocer el arroz en un caldo de verduras, de pollo, de pescado o en un fondo de ternera. El grano absorberá líquido, pero también sabor (algo de lo que el agua no puede presumir). Si no tienes caldo a mano, siempre podrás recurrir a agua y a pastillas concentradas. ¡Ah! Y recuerda que el grano absorberá el punto de sal del líquido, así que esté bien sazonado.

 

Consejo nº6: Probar y comprobar

Aunque después de haber practicado y aplicado nuestros consejos de expertos hayas logrado el arroz de tus sueños, no te confíes. Cuando cocines siempre debes probar lo que te traes entre manos y comprobar si está bien de sabor, si está correctamente sazonado o si el grano empieza a estar en su punto.

Lo recomendable es que el grano no salga en su punto de la cazuela, porque con el calor residual seguirá cocinándose un poco, así que lo mejor es apagar el fuego y tapar cuando le quede un poco para alcanzar la perfección.

Comprobando durante todo el proceso aprenderás mucho y lograrás acertar con mayor precisión el punto perfecto de ese arroz.

 

Estos 6 consejos fundamentales para lograr el arroz perfecto seguro que te serán de utilidad. No existe una fórmula infalible, que la cocina no es una ciencia perfecta y hay muchos factores que pueden afectar a un plato o un producto que lo alejen de la perfección.

Para contar con cuantos más elementos a tu favor, te recomendamos apostar por un grano de excelencia como Doña Ana, además de por materias primas de primera calidad para tus caldos.

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